“Hace tiempo ya que suministramos la maquinaria. Ahora se trata sólo de desempaquetarla”, indicó Biriulin, quien no precisó, sin embargo, el importe ni la fecha de la firma de los contratos.
Las declaraciones del directivo del Servicio de Cooperación Técnico-Militar se producen un día después de que el diario ruso Kommersant informara sobre los planes de Moscú y La Haban de firmar un contrato para la compra de maquinaria para fabricar cartuchos de 7,62 milímetros.
Según una fuente del Ministerio de Industria y Comercio que citó el rotativo, se trata de una cadena integral de producción de cartuchos de 7,62 milímetros que se fabricaban en el año 1943 para los fusiles de asalto Kalashnikov y otros del mismo calibre para fusiles de otro tipo.
Las máquinas estaban destinadas para la Empresa Militar Industrial Comandante Ernesto Che Guevara, agregó el diario.
Según la misma fuente, el año pasado, tras una visita de funcionarios cubanos a una fábrica de municiones que Rusia construye en Venezuela, La Habana remitió su solicitud a la agencia exportadora de armas rusa, Rosoboronexport.
La propuesta comercial que elaboró la agencia rusa preveía, entre otras cosas, la transferencia de la licencia y la tecnología de reciclaje de cartuchos.
La fuente se negó a desvelar el importe de la transacción, aunque destacó que Rusia espera obtener el contracto para modernizar otrasplantas cubanas de municiones puestas en marcha entre finales de los 1970 e inicios de los 1980 con la colaboración de técnicos soviéticos.
Entre 1961 y 1991, las exportaciones soviéticas de armas a Cuba alcanzaron cerca de 16.000 millones de dólares.
En esas tres décadas, la isla recibió taques T-55 y T-62, blindados, sistemas de defensa antiaérea, cazas MiG-29, MiG-23 y MiG-21, helicópteros Mi-24, Mi-17, Mi-8, Mi-14, Ka-28, submarinos, buques de guerra, grandes cantidades de armas de fuego, dispositivos de comunicación y de ingeniería. (RIA Novosti)
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