La Marina brasileña informó hoy de que el 70 por ciento de las instalaciones de la base de investigación que controla en la Antártida quedaron destruidas a causa de un incendio declarado ayer, en el que dos militares perdieron la vida.
El jefe de la Estación Antártica Comandante Ferraz, ubicada en la isla del Rey Jorge, y tres integrantes del batallón responsable del mantenimiento y operaciones de la base regresaron ayer al lugar del siniestro y realizaron una evaluación preliminar, según un comunicado.
De acuerdo con esta versión, aproximadamente el 70 por ciento del complejo, de unos 2.600 metros cuadrados, quedó completamente destruido por las llamas, incluido el edificio principal donde estaba situada la residencia y algunos laboratorios.
Los refugios para casos de emergencia, los laboratorios de meteorología química y estudio de la atmósfera, los tanques de combustibles y la zona de aterrizaje de helicópteros permanecieron intactas.
Los militares localizaron los cadáveres de las víctimas mortales del siniestro: el suboficial de la Marina brasileña Carlos Alberto Vieira Figueiredo y el sargento de la misma arma Roberto López dos Santos.
Los cuerpos fueron trasladados a la base chilena Eduardo Frei, donde permanecerán hasta poder ser transportados a la ciudad de Punta Arenas (Chile) para ser posteriormente repatriados a Brasil.
El sargento Luciano Gomes Medeiros, quien sufrió heridas en el incendio y se encuentra fuera de peligro, llegó a Punta Arenas donde fue ingresado en un hospital militar.
Medeiros no tiene restricciones para viajar y regresará a Brasil junto con el resto del personal destacado en la base, cerca de 60 personas entre militares y científicos.
Esta previsto que el grupo aterrice al filo de la medianoche de hoy en la base militar de Galeão, en Río de Janeiro a bordo de un avión de la Fuerza Aérea de Brasil.
Las llamas se declararon, por causas que están siendo investigadas, en la madrugada de ayer en una sala de máquinas donde se encuentran los generadores de energía de Comandante Ferraz, a unos 130 kilómetros de la Antártida continental.
Según la prensa brasileña, hace un mes comenzó a funcionar en la base un nuevo generador de etanol.
La estación antártica brasileña comenzó a operar en 1984 y está destinada a la investigación científica.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, expresó ayer su "consternación" por el incendio y aseguró que el Gobierno reconstruirá la base.
El de ayer es el segundo siniestro que sufre la Marina brasileña en menos de una semana pues el pasado miércoles un militar murió y dos sufrieron quemaduras en un incendio que se registró en el portaaviones Sao Paulo, el único navío de su tipo en la flota de la Armada.
En diciembre pasado, una embarcación de transporte con 10.000 litros de combustible anticongelante naufragó en la Bahía del Almirantado, a 900 metros de la costa antártida, según reveló el diario "O estado de Sao Paulo".
La Marina planea reflotar la nave, que se encuentra a 40 metros de profundidad, un proceso en el que la institución militar se comprometió a utilizar "todos los recursos necesarios para la contención de polución ambiental en el caso de que se vierta el crudo contenido".
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